Que veten a los curas

Nací en el seno de una familia católica, de esas que no se aporrean el pecho y van a misa cuando se casa o muere algún pariente, para Navidad o por casualidad. Sin embargo, fui bautizada y recibí la comunión por decisión de mis papás y del sacerdote que perdonó mis pecados infantiles luego de haberme grabado el catecismo y El Señor mío Jesucristo en mi primigenia memoria.No me confirmé, porque esa era decisión mía y hoy muchos años después de haber pensado así, siento unas enormes ganas de abrazarme y felicitarme por tan acertada decisión, porque a diferencia de los curas, los cachurecos y las empolvadas señoras de iglesia, vivo sin hipocresías.Porque para mí, como seguramente lo es para muchos, esos fanatismos religiosos, ese llevar la Biblia bajo el brazo y ese empuñar el rosario cada tarde, no son más que apariencias.He visto muchas veces a esas señoras rezadoras salir de la iglesia hablando mal de los demás y menospreciando a las personas que venden en el mercado, he visto a esos fervientes “cristianos” apretar más su Biblia al pasar frente a un indigente para no tener que meterse la mano en el bolsillo y darle una moneda, y he visto sacerdotes y pastores ciegos lavándole el cerebro a sus fieles para que voten por la GANA o el FRG, o como ahora para que pidan que se vete la Ley de Planificación Familiar.Y luego he escuchado a estas personas salir cual loritos repitiendo el errado sermón a todo el que se les pasa por enfrente, reproduciendo un mensaje cargado de prejuicios, ignorancia e intolerancia. Y la verdad es que me indigna.Me molesta que la iglesia, sea cual sea su denominación se meta en cosas que no sabe, que repliquen un mensaje cargado de estupideces y que olviden cuál es su función, si es que tienen alguna, en la sociedad.¿Qué saben los curas de mantener una familia?, ¿qué saben los curas de planificación familiar y de métodos anticonceptivos?, o talvez si, hay muchos de ellos que pueden dar cuenta de eso, y casi todos sabemos más de una historia al respecto. Qué saben los curas y los pastores de los gastos que conlleva educar, alimentar y cuidar a un niño, si ellos viven de las ofrendas de los que asisten a sus iglesias. Por qué dicen que esta ley promueve el aborto, cuando apunta precisamente a evitarlo, porque al tener educación y acceso a métodos anticonceptivos, muchas adolescentes podrán evitar embarazarse y luego morir desangradas o vivir con el tormento psicológico que un aborto produce. ¿Qué saben ellos?Porque mejor no se dedican a trabajar en sus comunidades, a acercarse a las personas que tienen problemas y brindarles un poco de consuelo, a enseñar a leer, aunque sea con el catecismo, a tanta gente analfabeta, porque mejor no resuelven sus problemas internos para controlar a esos curas abusadores de niños, porque no leen la ley antes de andar criticándola, porque mejor no se quitan la sotana y se van a meter a las áreas marginales a tratar de hacer algo por todos esos jóvenes que tienen como único refugio las pandillas.Pero quizá pedirles que asuman una postura más humana y que traten de obrar con el ejemplo y con amor, sea como pedirle peras al olmo. Cómo pensar en una actitud de ese tipo, cuando son incapaces de abrir la puerta de sus oficinas en un día domingo, cuando no pueden escuchar una confesión sin que el “pecador” les recite de memoria los diez mandamientos, cuando ni siquiera se acuerdan de aquellas personas que fueron sus amigas en la adolescencia, cuando les piden a las mujeres que saquen a los niños de la misa para que no molesten y cuando cínicamente dicen en un programa de televisión que siempre han velado por el desarrollo integral de las mujeres. Si esto último es cierto, ¿por qué piden que esta ley no entre en vigencia?Por todo eso, los que merecen ser vetados son ellos.Este viernes 9 de diciembre a las nueve de la mañana en el Parque Central, habrá una concentración para manifestar nuestro rechazo al veto de esta ley.

La Hora 8 de diciembre de 2005