Patrioterismo

¿Qué es hacer patria?, ¿cómo se define un patriota?, ¿cuál es nuestra identidad?

¿Será que hacer patria es salir a blandir una bandera entre el 10 y el 15 de septiembre, correr con una antorcha en la mano por las calles y carreteras, provocando más tráfico por cierto, contaminando el medio ambiente con bocinazos descomunales, exponiendo a niños y niñas en picops sobrecargados?

¿Será que ser patriota, además de pertenecer a un partido con orientación arcaica y violenta, es adornar las ventanas de las casas con banderitas de Q5 y hasta Q20, marchar con un redoblante al cinto, o bien dar puntos a las y los alumnos que gusten de asolearse y desfilar haciendo piruetas y recibiendo los “piropos” de los machos en el centro?

¿Es acaso nuestra identidad la de la solidaridad, la de una fiesta popular en el centro al ritmo de un himno centroamericano que desconocemos, que ni el presidente ni su gabinete sabe, pero que igual lo tocan en cada acto oficial?

¿Es nuestra identidad un renovado impulso indigenista, velas, incienso, copal y ceremonias muchas veces “teatrales o teatreras”, en donde se le pierde el respeto que merece algo tan genuino?

Cómo podemos hablar de solidaridad, de patriotismo, de identidad, cuando celebramos en la urbe con pitos y tambores, mientras en lo más recóndito del país el llanto se mezcla con las estrepitosas lluvias, dejando sin amparo a cientos de guatemaltecos.

Merecemos llamarnos guatemaltecos porque apoyamos a la selección de fútbol en cada derrota, pagando boletos para el estadio y pagando además la publicidad del Gobierno: tiro de esquina de la SAT ; saque de puerta del MINEDUC, tarjeta roja del Congreso.

Nada de esto define nuestra cultura, nuestro ser, nada de esto refleja las luchas de antes, las de ahora, las de todos los días de millones de personas por sobrevivir en una Guatemala, que cada vez se viste más de luto por un lado y de oportunismo por el otro. Vendemos al mundo nuestras tristezas, y cuando la ayuda extrajera paga, rellena los bolsillos de unos cuantos, alivia el futuro de otros tantos, mientras las páginas de sucesos de los periódicos se amplían.

Hacer patria, ser patriota no es alzar las manos frente a las cámaras de televisión, prometer, llorar si es necesario, ponerse un hüipil al visitar un municipio, ni besar niños y ancianos. Ser patriota no es bailar un son, ni avivar el fuego de una antorcha de juguete. Eso es patrioterismo, enardecimientos baratos. Ser guatemalteca y guatemalteco es ser sincero, fraternal, luchador y honesto, aun y cuando el sol queme, y la carga sea pesada, pero eso es algo que muchos no conocen, o que de pronto ya olvidaron. Nunca nos compraron con espejitos; no vengan ahora a intentar engañarnos con frases hechas, manitas de colores y canciones caducas.

La Hora, 18 de septiembre de 2008.

Comentarios

Anónimo dijo…
O adorar la Gallo y el Pollo Campero, o pensar que votando por la bandera mas bonita hemos contribuido con la patria, o por agregar el "ito" al final de indito, morenito, negrito, cieguito pensar que no tenemos un problema de discriminación.

Sin embargo lo que sorprende es que por ejemplo atreverse a criticar no solo al gobierno sino que también a la sociedad y algunas tradiciones sea visto como mal patriota. Como resentido o pleitero.

Muy bueno el post, precisamente este tema lo tocamos mucho con amigos guatemaltecos que vivimos fuera.

Saludos
Totalmente de acuerdo con el comentario de Jcab.

Saludos y menos mal que regresa. Aquí se toma uno un descanso y le entierran. :-)

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