Aprovechemos esta energía

Había planificado dedicar el mes de octubre y este espacio semanal a algunos de los muchos problemas que aquejan a la niñez, esa parte de la población que es altamente vulnerable. Pero vino la tormenta Stan y pensé que era mejor aprovechar el espacio para expresar mis ideas y las de algunos amigos respecto a qué podemos hacer quienes, como yo y como ellos, estamos lejos de los lugares más afectados y tenemos que conformarnos con llegar a un centro de acopio y ver las noticias por televisión.

Hablamos mucho de lo triste que era ver a nuestros compatriotas en una situación como ésta, hablamos también, de que en estos momentos la solidaridad aflora pero luego, al igual que cuando acaba un funeral, los deudos van quedándose solos. Así que con el pasar de los días, todas esas personas del suroccidente de Guatemala se verán cara a cara con su terrible realidad, sin más consuelo que el de sus recuerdos.

Algunas ideas venían cargadas de críticas, y no sólo al Gobierno. Por ejemplo, al hablar de todas las personas de Panabaj muertas soterradas, sabemos que la responsabilidad de las autoridades es enorme, porque, si bien los pobladores desviaron el cauce del río y esto ocasionó en buena parte las inundaciones, esto se debió al olvido en el que han vivido y a la falta de servicios básicos como el agua. Pero, por otro lado, está la responsabilidad de las empresas constructoras, como en Sacatepéquez, que con negligencia tiraron ripio al río, causando con eso más desgracias, destrucción y pobreza.

Hablamos también, quizá el tema parezca algo superficial, de que si ahora viene ayuda para la reconstrucción, buscar no sólo lugares más seguros y construcciones más sólidas, sino también más estéticas, para preservar la belleza de nuestro paisaje y el estilo tradicional de nuestros poblados.

También platicamos sobre la enorme tarea que tiene de ahora en adelante el Inguat, porque debe a toda marcha empezar una plan de trabajo en áreas como Panajachel, Santiago Atitlán y Tecpán, por citar algunas, ya que son destinos turísticos por excelencia y por ende fuente importante de ingresos para nuestro país.

Otro tema que vino a colación, fue el de crear un esfuerzo continuo, "perpetuo", como diría un amigo, por nuestra gente, algo que nos haga acompañarla para retribuir todas las cosas buenas que la vida nos ha dado, que nos haga compartir nuestro tiempo con ellos y no sólo la ropa que no usamos o unas cuantas libras de arroz y de leche. Crear un esfuerzo guatemalteco en el que la solidaridad, asombrosa, por cierto, que hemos visto estos días, se mantenga, sin caer en el paternalismo, pero que de alguna forma contribuya a mejorar nuestro país.

Hablamos de tantas cosas: de la importancia de fiscalizar continuamente las acciones del Gobierno, de una readecuación de la recaudación de impuestos para que pague más quien más tiene y no por hacer caridad se exonere de una cantidad risible, si se toma en cuenta que tanto el dueño de una empresa, como el campesino más pobre paga el Iva por igual.

En fin, fueron tantas las cosas que pensé en escribir, y de pronto veo un listado enorme de niñas y niños fallecidos en los periódicos, de pronto me doy cuenta de todas las escuelas que se destruyeron, de todos los niños y niñas que quedaron en la orfandad, del trauma y las pesadillas que pueden estar sufriendo, y de que son siempre los más vulnerables, los que más pierden y quizá los que menos atención reciben.

Todo lo que escribí tiene sentido para mi, pero los niños, las niñas, son en realidad lo que más debe importarnos en este momento, no sólo al Gobierno, y a las organizaciones, es algo que debe importarnos a todos, por quienes cada guatemalteco debe hacer algo. Si después de la tormenta viene la calma, si cuando un botón se seca, el rosal da nuevas flores, si concientemente hacemos algo ahora, estos niños y niñas tristes que dejó el Stan, van a ser los grandes hombres y mujeres de Guatemala en unos años. No permitamos que la indiferencia se cuele de nuevo entre nuestra conciencia, ni que el dolor estanque y anule los sueños de estas personas. Necesitamos hacer algo, unir ideas y realizar esfuerzos, ¿qué dicen?
La Hora, 13 de octubre de 2005.

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