Aplausos

La cultura es un derecho de todo ciudadano, sin embargo, en Guatemala, como en muchos otros países es casi un privilegio. Comprar un libro, pagar una entrada al cine o al teatro, comprar un disco (a menos que sea pirata) es un lujo, un gasto que se sale del presupuesto de la mayoría de guatemaltecos, es más, acá es mucho más barato comprar un grillo de coca o emborracharse hasta perder la memoria.

Por eso cuando se anuncian festivales como el ICARO, que promueven el talento audiovisual y nos dan la oportunidad de apreciar cine no comercial, y que además premian el talento de nuestros artistas, no puedo más que sentirme contenta, porque encuentro un haz de luz en el a veces ensombrecido panorama guatemalteco, más aún cuando lo inauguran de una forma tan abierta, en pleno Parque Central, al alcance de todos. Si a esto sumamos que en la misma semana se presenta un festival de cine sudamericano y que además se estrena una película sobre una leyenda guatemalteca como lo es el Tecolote Amaya, “El Pájaro Sobreviviente”, dirigida por un amigo, Luis Urrutia, no puedo más que sentirme orgullosa, por conocerlo, por ser su amiga y por haber vivido con él, en alguna conversación ese sueño que hoy es palpable y a mi criterio, muy bueno.

Pero además, cuando veo que editores jóvenes como Armando Rivera, de Letra Negra le dan espacio a noveles plumas, y cuando en las presentaciones de libros me encuentro con escritores de 19 y 20 años y con otros escritores y escritoras de mi generación hablando, compartiendo lecturas, experiencias y tiempo, tengo que decir bravo.

Cada libro que se publica, como el que hoy se presenta a las 18 horas en La Mézquita de Rodrigo Rey Rosa, “Otro zoo”, de Ediciones del Pensativo, es una razón más para seguir teniendo fe. Cada trabajo artístico como el nuevo disco de Radio Viejo o de Giovanni Pinzón, son motivos de congratulaciones, porque son el resultado de un gran esfuerzo, de noches de insomnio, de muchas puertas cerradas y momentos de desconsuelo, y por supuesto, son la expresión más evidente de que en Guatemala, existe mucho talento.

El que existan iniciativas como Caja Lúdica, Folio 114, el que Javier Payeras arme conversatorios sobre literatura, que por cierto hay una hoy en Cultura Hispánica en 4 Grados Norte a la 19 horas, el que revistas alternativas como Taxi cumplan un año, el que aún existan soñadores como Godo de Medeiros que de manera admirable e incansable publica Voz Urbana, el que cada tres meses La Ermita llegué por correo a nuestras casas y que artistas como Alexis Cuenta Cuentos, Pancho Toralla y Regina José Galindo se expresen con tanta libertad y seguridad en si mismos, me alienta a intentar hacer las cosas.

Un aplauso para mi amigo José Carlos Flores, que expondrá su trabajo el 23 en Esperanto a las 19 horas, “Naked without a reason”, otro gran, gran aplauso a Ángel López por rescatar la poesía de Sololá y muchas palmas para Michel Peraza que hoy canta en el cierre del ICARO.

El saber que soy parte de una generación palpitante, insistente y creativa, el que se abran espacios de expresión y el que las y los guatemaltecos los vivamos, es algo que hay que aplaudir, para que no se cierre el telón y el arte siga vibrando en Guatemala.
La Hora, 17 de noviembre, 2005

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