Reprobados
Este 20 de noviembre se conmemoran 21 años de la ratificación por parte de Guatemala de la Convención sobre los Derechos del Niño y justamente hace unos días el Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas emitió las recomendaciones sobre el cumplimiento de la misma en el país. Aunque al inicio de la misma se reconocen avances, especialmente en lo que a legislación se refiere, como la Ley de Adopciones, la Ley contra la Violencia Sexual, la Explotación y la Trata por citar algunas, el Comité claramente recomienda hacer efectivas las mismas, ya que del papel a la realidad hay una brecha enorme y las violaciones a los derechos de los niños y niñas en Guatemala saltan a la vista en cualquier calle o al hojear los periódicos.
Por ello recomienda una buena implementación del Sistema de Protección Integral así como reformar las Ley y prácticas del Sistema de Justicia Juvenil (ojo, para nada se avala la pena de muerte). También pide mejorar el sistema de registro de nacimientos, espacialmente en las áreas rurales y es justo en este mismo espacio que pide mayor atención al tema de la desnutrición, sobre todo en niños y niñas pequeñas.
También habla sobre la necesidad de asignar recursos para la implementación de las leyes y para promover los derechos del niño y la niña para sensibilizar a la población respecto a que ellos y ellas son sujetos de derecho. Promover los derechos de la niñez en las políticas de Estado y capacitar a profesionales que trabajan con y para la niñez.
Resalta de sobremanera temas como la violencia y la impunidad, tomando en cuenta las terribles cifras que se manejan en el país (hasta octubre de este año han muerto por violencia 471 niños, niñas y adolescentes). Hace énfasis en la necesidad de fortalecer la cooperación con ONG´s, organismos internacionales y establecer un marco regulatorio para operación de manera responsable de empresas e industrias, o cual va de la mano con la sugerencia de redefinir la edad mínima para la admisión del empleo e incrementar esfuerzos para evitar que los niños y niñas vivan y trabajen en la calle.
Solicita, además, desarrollar una política pública integrar para tratar el tema de las pandillas juveniles e invertir en actividades de prevención.
En síntesis, recomienda hacer efectiva la ratificación de la Convención y la implementación de la Ley PINA y respetar la vida de los niños y niñas.
Esto implica que desde 2001, cuando se recibieron observaciones a la Convención a la fecha, poco hemos avanzado. Los niños y niñas en Guatemala siguen viviendo, lo que tienen suerte con sus derechos violentados, sin la mínima esperanza de ser resarcidos, no sólo por falta de recursos, sino que, además, y creo que en buena medida por falta de compromiso, de voluntad y sobre todo de responsabilidad por
parte de las autoridades.
Jueves 18 de noviembre de 2010.
Por ello recomienda una buena implementación del Sistema de Protección Integral así como reformar las Ley y prácticas del Sistema de Justicia Juvenil (ojo, para nada se avala la pena de muerte). También pide mejorar el sistema de registro de nacimientos, espacialmente en las áreas rurales y es justo en este mismo espacio que pide mayor atención al tema de la desnutrición, sobre todo en niños y niñas pequeñas.
También habla sobre la necesidad de asignar recursos para la implementación de las leyes y para promover los derechos del niño y la niña para sensibilizar a la población respecto a que ellos y ellas son sujetos de derecho. Promover los derechos de la niñez en las políticas de Estado y capacitar a profesionales que trabajan con y para la niñez.
Resalta de sobremanera temas como la violencia y la impunidad, tomando en cuenta las terribles cifras que se manejan en el país (hasta octubre de este año han muerto por violencia 471 niños, niñas y adolescentes). Hace énfasis en la necesidad de fortalecer la cooperación con ONG´s, organismos internacionales y establecer un marco regulatorio para operación de manera responsable de empresas e industrias, o cual va de la mano con la sugerencia de redefinir la edad mínima para la admisión del empleo e incrementar esfuerzos para evitar que los niños y niñas vivan y trabajen en la calle.
Solicita, además, desarrollar una política pública integrar para tratar el tema de las pandillas juveniles e invertir en actividades de prevención.
En síntesis, recomienda hacer efectiva la ratificación de la Convención y la implementación de la Ley PINA y respetar la vida de los niños y niñas.
Esto implica que desde 2001, cuando se recibieron observaciones a la Convención a la fecha, poco hemos avanzado. Los niños y niñas en Guatemala siguen viviendo, lo que tienen suerte con sus derechos violentados, sin la mínima esperanza de ser resarcidos, no sólo por falta de recursos, sino que, además, y creo que en buena medida por falta de compromiso, de voluntad y sobre todo de responsabilidad por
parte de las autoridades.
Jueves 18 de noviembre de 2010.
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