Chinchilete
La disposición de las autoridades municipales de San Pedro la Laguna, de derrumbar la escuela, que por cierto está apunto de convertirse en monumento histórico, para edificar un mercado, es una de las cosas más absurdas, ridículas y tontas que he escuchado en los últimos tiempos.
No se con qué criterios el alcalde de ese municipio de Sololá pretende hacer una cosa como está, y tampoco se, como la gobernación del departamento y derechos humanos no han dicho nada, ni interpuesto ninguna acción para evitar que eso suceda.
Una escuela debe y tiene que estar en un lugar accesible para los niños y niñas, y aún así hay deserción, además debe de estar en un lugar seguro y no en las periferias de un pueblo, lugar que sí corresponde a un mercado, ya que en ellos hay contaminación y basura que pueden dañar el medio ambiente.
Es imperativo que se tomen medidas al respecto, porque la educación, que es un derecho de niños y niñas puede ser violado, así como su seguridad y su salud, amén de que San Pedro la Laguna es un lugar turístico que puede verse perjudicado con la construcción de este mercado.
Otro punto que no hay que olvidar, es el despilfarro de recursos que una obra como esta ocasiona, porque de todos es sabido que cuando hay construcciones de este tipo, obras de “gran envergadura” según los que tengan el poder, los desfalcos se dan, los amiguismos surgen y el único que pierde, como siempre, es el pueblo.
En lugar de derribar lo que ya existe y empezar algo nuevo que no va ni viene, deberían de implementar proyectos para mantener San Pedro limpio, mejorar el muelle, abrir galerías, proyectar el trabajo que los y las artesanas realizan y emprender campañas para limpiar el lago. Es necesario que valoremos nuestros recursos, naturales y económicos y esto trae en cuenta, en que pensemos por quién votamos, aunque honestamente, al menos para mi, nadie vale la pena, y además que se ejecuten medidas de fiscalización, para que estos brutos, porque no hay otra manera de definirlos, no vengan a hacer chichilete lo que es nuestro.
La Hora, 25 de abril de 2007.
No se con qué criterios el alcalde de ese municipio de Sololá pretende hacer una cosa como está, y tampoco se, como la gobernación del departamento y derechos humanos no han dicho nada, ni interpuesto ninguna acción para evitar que eso suceda.
Una escuela debe y tiene que estar en un lugar accesible para los niños y niñas, y aún así hay deserción, además debe de estar en un lugar seguro y no en las periferias de un pueblo, lugar que sí corresponde a un mercado, ya que en ellos hay contaminación y basura que pueden dañar el medio ambiente.
Es imperativo que se tomen medidas al respecto, porque la educación, que es un derecho de niños y niñas puede ser violado, así como su seguridad y su salud, amén de que San Pedro la Laguna es un lugar turístico que puede verse perjudicado con la construcción de este mercado.
Otro punto que no hay que olvidar, es el despilfarro de recursos que una obra como esta ocasiona, porque de todos es sabido que cuando hay construcciones de este tipo, obras de “gran envergadura” según los que tengan el poder, los desfalcos se dan, los amiguismos surgen y el único que pierde, como siempre, es el pueblo.
En lugar de derribar lo que ya existe y empezar algo nuevo que no va ni viene, deberían de implementar proyectos para mantener San Pedro limpio, mejorar el muelle, abrir galerías, proyectar el trabajo que los y las artesanas realizan y emprender campañas para limpiar el lago. Es necesario que valoremos nuestros recursos, naturales y económicos y esto trae en cuenta, en que pensemos por quién votamos, aunque honestamente, al menos para mi, nadie vale la pena, y además que se ejecuten medidas de fiscalización, para que estos brutos, porque no hay otra manera de definirlos, no vengan a hacer chichilete lo que es nuestro.
La Hora, 25 de abril de 2007.
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