Ejercicio - Fin

Fue tan de repente. Era casi el último en ese espacio. Cuatro paredes, un piso, un techo que se abre y se cierra, ese reflejo platinado, aparentes barrotes ultramodernos que me circundan.

Uno a uno ibamos esperando nuestro turno. Desde el inicio cuando aún eramos materia teníamos escrita nuestra existencia. Anhelaba ese momento, esa experiencia, pero también le temía.

Así, sentí su mano sujetandome fuertemente, justo en sus labios el calor de su aliento me succionaba y me despedía. El fuego era intenso, hervía mi interior. Poco a poco, cada vez que sus labios me oprimían, me diluía, la última vez que me tomó, vacío la esencia de mi ser completamente.

Luego cual esponja, exprimió de mi el último suspiro de calor y me dejó. Mis cenizas se mezclaron con la de los otros en el cenicero.

Comentarios

Entradas populares