Salud!!!
Cada día estoy más conciente de lo que quiero y de quien soy. Me siento más satisfecha del camino que he andado, feliz de ser mujer, de poder celebrarme como tal, y no porque recién ayer haya sido 8 de marzo, sino, porque cada día puedo protagonizar, al igual que muchas, miles, millones de mujeres el capítulo de un día más.
Por eso quiero en este espacio reconocer a algunas de las muchas mujeres que conozco, que admiro, respeto y quiero y decirles SALUD, GRACIAS y ADELANTE.
Cuando pienso en ellas, la primera que me viene a la mente es mi mamá, el mejor ejemplo de fortaleza, paciencia y amor que he tenido, a ella le debo muchos de mis sueños, a ella le aprendí a estar de pie pese a todo.
No puedo olvidar a mis maestras, en especial a Miriam, disciplinada, constante y a la maestra Gálvez, serena, persistente, un tanto necia, gracias por eso. Betty y María Mercedes mis imágenes ideales de la mujer que quería ser. Y luego Miss Sofía, la primera mano extendida para empezar a caminar por el mundo de los adultos.
Blanquita y doña Geno, dos mujeres luchadoras, de esas que le dan vuelta al mundo con tal de sacar adelante a los suyos y con un corazón tan grande en donde aún había espacio para mi, mis tristezas, mis sueños y consuelos.
María, ¿quién sabe donde esté ahora y qué haya sido de su vida?, con tanto que hacer y tanto en qué pensar, tuvo tiempo para jugar conmigo para contarme historias, para llenarme del color de Guatemala con ese güipil de San Martín Jilotepeque que impregnó mi infancia de amor por mis raíces.
Carolina, Evelyn y Nancy, maestras, amigas y guías, gracias, muchas gracias. Idus, también te admiro mucho, y por supuesto a la Lucha.
La Cuerdas, tan llenas de locura para tenerme cerca de ellas y tan feministas, idealistas y consecuentes.
Doña Ana la cobanera con manos de hada, tejedora de historias, Rosalina Tuyuc, Lola y todas las emprendedoras mujeres de Chicabnab.
Mis inspiradoras Gioconda Belly, Ana María Rodas, Anaïs Nin, Isadora Ducan, Virginia Woolf y tantas otras
Virginia, trabajadora sexual y madre, mujer con el mundo adverso y sin embargo viva.
Vilma, Mercy, Brenda, Carol, la China, la Seca y Kimberly, temerarias, fuertes y sensibles, Estrellas sin importar la zona, la calle o el país en donde estén.
A todas esas mujeres a las que no les pregunte su nombre, pero que de una u otra forma han estado en mi vida, las que me han dado su tiempo para apoyar mi trabajo, las que me han sonreído, las que me han contado su historia.
Y especialmente las brujas, mis amigas, confidentes, irreverentes, perturbadas y ya con los años concientes, a ellas les debo mis grandes historias, mis instantes sin memorias y mi confianza.
Y a todas las que se escapan por ahora de mi memoria, gracias también.
La Hora, 9 de marzo de 2006.
Por eso quiero en este espacio reconocer a algunas de las muchas mujeres que conozco, que admiro, respeto y quiero y decirles SALUD, GRACIAS y ADELANTE.
Cuando pienso en ellas, la primera que me viene a la mente es mi mamá, el mejor ejemplo de fortaleza, paciencia y amor que he tenido, a ella le debo muchos de mis sueños, a ella le aprendí a estar de pie pese a todo.
No puedo olvidar a mis maestras, en especial a Miriam, disciplinada, constante y a la maestra Gálvez, serena, persistente, un tanto necia, gracias por eso. Betty y María Mercedes mis imágenes ideales de la mujer que quería ser. Y luego Miss Sofía, la primera mano extendida para empezar a caminar por el mundo de los adultos.
Blanquita y doña Geno, dos mujeres luchadoras, de esas que le dan vuelta al mundo con tal de sacar adelante a los suyos y con un corazón tan grande en donde aún había espacio para mi, mis tristezas, mis sueños y consuelos.
María, ¿quién sabe donde esté ahora y qué haya sido de su vida?, con tanto que hacer y tanto en qué pensar, tuvo tiempo para jugar conmigo para contarme historias, para llenarme del color de Guatemala con ese güipil de San Martín Jilotepeque que impregnó mi infancia de amor por mis raíces.
Carolina, Evelyn y Nancy, maestras, amigas y guías, gracias, muchas gracias. Idus, también te admiro mucho, y por supuesto a la Lucha.
La Cuerdas, tan llenas de locura para tenerme cerca de ellas y tan feministas, idealistas y consecuentes.
Doña Ana la cobanera con manos de hada, tejedora de historias, Rosalina Tuyuc, Lola y todas las emprendedoras mujeres de Chicabnab.
Mis inspiradoras Gioconda Belly, Ana María Rodas, Anaïs Nin, Isadora Ducan, Virginia Woolf y tantas otras
Virginia, trabajadora sexual y madre, mujer con el mundo adverso y sin embargo viva.
Vilma, Mercy, Brenda, Carol, la China, la Seca y Kimberly, temerarias, fuertes y sensibles, Estrellas sin importar la zona, la calle o el país en donde estén.
A todas esas mujeres a las que no les pregunte su nombre, pero que de una u otra forma han estado en mi vida, las que me han dado su tiempo para apoyar mi trabajo, las que me han sonreído, las que me han contado su historia.
Y especialmente las brujas, mis amigas, confidentes, irreverentes, perturbadas y ya con los años concientes, a ellas les debo mis grandes historias, mis instantes sin memorias y mi confianza.
Y a todas las que se escapan por ahora de mi memoria, gracias también.
La Hora, 9 de marzo de 2006.
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MEJILLITA
COLOMBIA