Del diente al labio

Hablar sobre lo que acontece, bueno sobre lo que se ha notado más últimamente, porque la violencia es algo cotidiano, dicen algunos que es hacerle el juego a aquellos que pretenden desestabilizar al Gobierno. Yo no sé. No sé si lo intentan desestabilizar o si simplemente son tan ineficientes para gobernar que señalan a otros, eso es algo sencillo de hacer, quejarse, culpar al anterior –total esto ya estaba escabroso, entonces, ¿para qué se metieron en algo que no iban a lograr manejar?

Realmente no sé lo que pasa, solo sé que me abruma, que me asusto como todos, que me enerva que el Presidente invada la pantalla de mi televisión y diga tonterías como: “en mula o en pickup hay que salir”… ¿Se va montar él en una palangana?, ¿va a salir acaso sin sus guardaespaldas?, ¿se van a rebajar el sueldo él y el montón de acompañantes, –no sé de qué otra forma llamarlos, decirles trabajadores es ofensivo para quienes sí trabajamos-, para pagar mejor a los policías o al menos para darles un seguro digno a sus familias cuando éstos mueren cumpliendo su deber?

No sé, es más, no quiero saber más de esto, aunque igual me saltan a la vista las portadas de los diarios, los mensajes de la radio, las anécdotas de amigos, hasta un cuchillo en el cuello por un celular barato.

¡Qué no es nada nuevo!, ya lo sabemos, ya lo sabe el mandatario también, entonces, ¿por qué se toma tanto tiempo en actuar, por qué acepta la devolución del presupuesto de la cartera de Gobernación, ¿aunque quién sabe a qué se deba ese traslado-imposición?

¿Por qué?, me pregunto, gastan tanto en propaganda mal hecha, como la de la SEPREM por ejemplo, o la de ArMARTE. Por favor, no somos un grupo de personas en busca de motivación y positivismo, si quisieramos eso ya tendríamos los libros piratas de Cohelo en la Sexta, por eso no funcionó Guateamala. Somos millones de habitantes en riesgo, millones de personas ingenuas, que ansiosas de que todo mejore, votamos por alguien que a sabiendas de los problemas que tenía el país, prometió y que luego de poco más de un año de trabajo no ha hecho nada.

Con el respeto que se merecen, yo no quiero más homenajes a héroes fallecidos, ni festivales de una paz que quizá sólo ellos sientan, por el dinero y la seguridad que tienen.

No quiero más lágrimas de cocodrilo, ni besos de judas como los de la campaña. Quiero salir tranquila a la calle, quiero hojear un periódico sin ver bultos tapados y caras llorosas. Quiero que cumpla, que trabaje, que muestren él y sus funcionarios un poco de respeto por la gente, sin discursos baratos de un gobierno para los pobres, solidaridad y rumbos correctos.
La Hora, 26 de marzo de 2009.