Si la envidia fuera tiña...

Tiñosos, envidiosos, celosos, resentidos…inseguros, sí, eso, así son, somos muchas veces, nos molesta el éxito de los demás, las alegrías ajenas, la fama (aunque quéjeso, como diría un amigo chero), los aplausos que otros (otras) reciben, el cariño que puedan llegar a generar en los demás…

Pero aún así, ahí vamos, y brindamos, nos tomamos fotos, damos palmaditas en la espalda y enhorabuena, decimos, dicen y el doctor Merengue emerge y empieza a cuchichear por ahí…

Y aunque esa es actitud común en todos los ámbitos, supongo, de un tiempo para acá, quizá siempre ha sido así, pero yo no le había puesto coco, es lo que más veo cuando voy a la presentación de algún libro, a una expo o una lectura.

Basura, me decía G el sábado al referirse al trabajo de A. Le falta mucho afirmaba J calificando el trabajo de F y luego tres pasos después F dictaba toda una cátedra sobre la forma correcta de hacer las cosas, para que no sean como las de J.

Hipócritas!!! Eso son todos, dos caras, me hartan, arruinan las tertulias con sus paráfrasis egocéntricas de las cosas. Dueños de la verdad absoluta, según ellos, se ensanchan y se crecen criticando a los demás, autopublicitándose, regodeándose con la copa en la mano y la nariz arrogante.

Y ese quién es, preguntaba S en tono de burla cuando yo decía que me encantaba su obra, a nadie le gusta, concluyó sonriente, gracias contesté, soy nadie.

Pobrecitos, al fin de cuentas, lo único que proyectan es su inseguridad, así no crecen, no hacen nada más que envilecerse y a sus seguidores, que los tienen claro, faltaba más, resentidos abundan, gente mediocre que, incapaz de hacer, destruye para hacerse notar.

Y los que han hecho algo, acaparadores, quieren monopolizar las palmas, los espacios y anaqueles, no quieren que la gente tenga opciones, porque tienen miedo de desaparecer.

O soy una ingenua candorosa, o mi criterio es tan pobre que no puedo diferenciar a los esnob de Guate de todos los demás, va de nuez, no los soporto, yo me congratulo cuando mis amigos y otros no tanto hacen o dicen algo, en un país donde la cultura es un derecho negado, es bienvenido cualquier intento de ocio.

Ojalá me lean, ojalá se sientan reflejados en J, S, A, G y F, ojalá me reclamen, ojalá ya no vayan a nada y se queden en su casa rumiando sus agobios, les hará falta el vino, supongo, qué se yo, tal vez por eso acuden a cuanta actividad se presenta, sólo en el alcohol encuentran de seguro una forma de olvidarse. Y yo, creo en muchas y muchos chapines, artistas, talentosos y me incluyo y se no les gusta, barajo.

Pispizigaña, 27 de marzo de 2007.
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