Sin presión alguna, pues el cierre de la edición vespertina del diario que me publica no sale por ser feriado, me veo en la necesidad de escribir, de subir un texto a mi blog, de pulsar las letras de mi teclado, ya medio borrosas, y hablar, escribir, decir algo, pronunciarme, anunciarme, en el buen sentido, claro, siempre tengo que ser cuidadosa, correcta, medio seria, si, medio, responsable (iiiiiiii), quisiera esa preposición algunas veces.
Me veo en la necesidad de sentarme frente a esta pantalla insensible, pero fiel compañera de todos mis desvelos, ya sea para escribir, ya sea para quejarme, ya sea para chatear o bien para jugar solitario…como yo, como tantas (tantos).
Tengo que hablar de algo, llevo ya dos párrafos y no he dicho nada, o sí, tal vez lo suficiente para manifestar mi estado de ánimo, ¿cuál?, eso quisiera saber, quisiera, el era siempre es mi vida, una terminación imposible, si pudiera, yo quisiera, si fuera, si estuviera…
Y así, sin mucho pero a la vez bastante que decir, sigo tecleando, esperando que alguna parte de mi cabeza se encienda, y viene a mi mente una imagen caricaturesca de un foco -tonta- y nada.
¿Será que mi mente está en la misma fase que la Luna (creciente), insipiente y pendiente de lo que pueda haber en la noche para celebrar una fecha tan importante, que todo lo demás me vale, se me escurre, se me olvida y no lo percibo?
Un disfraz, el fiambre, la volada de barriletes mañana por la tarde, el poder levantarme tarde, siempre y cuando mi reloj biológico comprenda que es feriado, o la simple situación de que no tengo presión, que nunca lo ha sido, pero que implica una situación de respon... rutina, costumbre o qué se yo, me hace no hacer nada, no decir nada, no pensar nada y sin embargo, hablar…..escribir (hablar por hablar también es mi rutina), teclear, typear dirían alienadamente y pegar en mi blog (diario virtual, bitácora electrónica) o lo que sea, un texto que permita la continuidad de mi columna semanal, o sea mi ordinaria locura eventual, trascrita de mi cabeza a este espacio los martes en algún momento del día.
lanohora del 1 de noviembre de 2006 Día De Todos los Santos
Comentarios
Tendré razón?
Es catártico sin embargo, tomarse el tiempo para vaciarse, para librarse de los pesos de más que se tienen dentro. A veces, es bueno no tener nada que decir.
Dele.
Personalmente, la escritura es algo menos maravillosa que la lectura -que se lo pregunten a Balzac-. Yo leo mucho y escribo poco. Cuando no tengo que hacer o voy como mariposa de tema en tema sin centrarme, tapo el bolígrafo y a leer se ha dicho. No me gusta sentirlo como obligación porque todo lo que siento así lo acabo dejando.
Saludos, le leeré.