Día de la Dignidad

En el 2006, Guatemala fue situado en el segundo lugar de los países que envían niños a Estados Unidos para adopción, después de China. Sólo en ese año fueron procesadas un total de 4,135 adopciones, (sólo 3 por ciento de los niños y niñas fueron declarados judicialmente adoptables, mientras que el 97 por ciento fueron entregados voluntariamente por sus padres ante un notario. La Procuraduría General de la Nación presentó ese año, 80 denuncias por trámite irregular de adopción), mismas que tuvieron un costo para los futuros padres de aproximadamente 27 mil dólares, saque usted la cuenta de todo el dinero que se genero al respecto.

Dinero que en su mayoría se quedan abogados y políticos inescrupulosos, un poco que le toca a quienes engendran (fabrican) niños y niñas para ganarse la vida y para quienes han armado casas cuna ilegales y toda esa maraña en la que seres humanos son comercializados, escogidos por extranjeros como zapatos y camisas.

Y no se vale, no es justo que se juegue con la vida, porque vaya usted a saber qué les depara a esos infantes, no es justo que en un país en donde la niñez se muere de hambre y no tiene acceso a educación, se fabriquen niños y niñas para satisfacer las necesidades maternales de extranjeros, y peor aún la ambición desmedida de personas (que no se si llamarles así) desalmadas y corruptas. Lo justo, lo correcto es que este martes 11 de diciembre, Día de la Dignidad, las y los diputados tengan un poco de eso, y aprueben esa ley que va a regular estos procesos.

Las cartas están echadas, sólo queda que las y los parlamentarios hagan, aunque sea al final de su estadía por el pleno, un trabajo correcto y velen como “padres de la patria” que dicen ser, por todos los niños y niñas de Guatemala.

Y que nosotros los ciudadanos concientes hagamos acto de presencia frente al Congreso, y exijamos respeto por la vida de quienes no son sólo el futuro, sino el presente de nuestro país.

Pongamos todos listones blancos en carros, en la ropa, en los postes, por la DIGNIDAD DE LA NIÑEZ.

La Hora, 6 de diciembre de 2007.

Comentarios

klavaza dijo…
Una excuñada trabajaba en un laboratorio certificado por la Embajada USA para realizar análisis de ADN en casos de adopción. Me contaba que años tras año, las mismas señoras llegaban a someterse al exámen acompañadas por los mismos abogánsters, obviamente para vender a sus niños. No son madres, son odres de crianza. Terrible decirlo, pero cierto. Guatemala...
Anónimo dijo…
Muchas Gracias por me mostrar essas barbaridades. Desconhecia isto.

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