Balance 2007
Aunque trillado en esta época, uno, una siendo políticamente correcta, (yo), suele, suelo hacer un balance de lo que el año dejó, o se llevó. Y como todo, siempre hay cosas buenas, muchas, especialmente los cariños, gente que aparece en el camino y que con su sonrisa, sus palabras, con existir sencillamente, hacen más llevadera la a veces pesada existencia.
Gente nueva, gente de siempre, los amigos de verdad, dos que tres, pero sinceros, la familia, la pequeña Simone , las palabras impresas en el año, el trabajo fructificado, esas personas persistentes, insistentes y concientes que se esfuerzan por hacer mejor su entorno, Guate, el mundo.
Este pedazo de papel que me reproduce y otros espacios solidarios. Los buenos libros, la poesía, el café de las mañanas y el sol que alumbró mi ventana todo el año, cosas y personas buenas, grandes, por las cuales despertarse cada día vale la pena.
Pero claro, no todo es color de rosa , para mí más bien naranja (ese color me gusta más y no por filiación política alguna, que conste), y no diría que gris, porque también es un color hermoso, yo diría cosas tristes, dolorosas, bajadoras (de ánimos, de fe…), traicioneras y ruines.
Tanta violencia, asesinatos de mujeres, de niños y niñas, tanta animadversión por las políticas pro-niñez, tanta pobreza y desastres naturales, tanto miedo…
Gente que se fue de este mundo dejando vacíos en mi alma y en el arte como Auyón. Gente que arranqué y después fusilé en mi corazón luego de haber sido acuchillada por su deslealtad, por la espalda y en partida doble (del cielo a la tierra no hay nada oculto, que les aproveche mientras les dure).
En fin… aunque duela, porque así es y mucho, me pesó más lo bueno, porque me sostiene y porque es lo que yo me merezco, y no es presunción, ni vanidad, ni falta de modestia, es así.
Y aunque no se nada de números, ni entiendo esas cuestiones contables que hacen que cuadren los libros y las cuentas (ya me parezco al Superintendente de bancos, creo que él tampoco entiende, digo, por los bancos quebrados, no podía dejar de mencionarlos), veo ganancia. Por todo lo bueno y porque al desprenderme de los del “arma blanca”, purgué mis afectos y me libré (estoy segura de ello) de peores males.
Así las cosas, aunque a muchos no les gusten estas fiestas y estos días en los que amparados por la Navidad y el “feliz Año Nuevo”, nos desinhibimos y abrazamos, (como hemos querido todo el año), yo levantaré mi copa (o mi chela) para brindar por la vida que, definitivamente, me ha dado tanto.
La Hora, 20 de diciembre de 2007.
Gente nueva, gente de siempre, los amigos de verdad, dos que tres, pero sinceros, la familia, la pequeña Simone , las palabras impresas en el año, el trabajo fructificado, esas personas persistentes, insistentes y concientes que se esfuerzan por hacer mejor su entorno, Guate, el mundo.
Este pedazo de papel que me reproduce y otros espacios solidarios. Los buenos libros, la poesía, el café de las mañanas y el sol que alumbró mi ventana todo el año, cosas y personas buenas, grandes, por las cuales despertarse cada día vale la pena.
Pero claro, no todo es color de rosa , para mí más bien naranja (ese color me gusta más y no por filiación política alguna, que conste), y no diría que gris, porque también es un color hermoso, yo diría cosas tristes, dolorosas, bajadoras (de ánimos, de fe…), traicioneras y ruines.
Tanta violencia, asesinatos de mujeres, de niños y niñas, tanta animadversión por las políticas pro-niñez, tanta pobreza y desastres naturales, tanto miedo…
Gente que se fue de este mundo dejando vacíos en mi alma y en el arte como Auyón. Gente que arranqué y después fusilé en mi corazón luego de haber sido acuchillada por su deslealtad, por la espalda y en partida doble (del cielo a la tierra no hay nada oculto, que les aproveche mientras les dure).
En fin… aunque duela, porque así es y mucho, me pesó más lo bueno, porque me sostiene y porque es lo que yo me merezco, y no es presunción, ni vanidad, ni falta de modestia, es así.
Y aunque no se nada de números, ni entiendo esas cuestiones contables que hacen que cuadren los libros y las cuentas (ya me parezco al Superintendente de bancos, creo que él tampoco entiende, digo, por los bancos quebrados, no podía dejar de mencionarlos), veo ganancia. Por todo lo bueno y porque al desprenderme de los del “arma blanca”, purgué mis afectos y me libré (estoy segura de ello) de peores males.
Así las cosas, aunque a muchos no les gusten estas fiestas y estos días en los que amparados por la Navidad y el “feliz Año Nuevo”, nos desinhibimos y abrazamos, (como hemos querido todo el año), yo levantaré mi copa (o mi chela) para brindar por la vida que, definitivamente, me ha dado tanto.
La Hora, 20 de diciembre de 2007.
Comentarios
Reciba un cariñoso abrazo de mi parte, por haber podido compartir con usted algunos bellos momentos en este año cuyo balance, ciertamente debe parecernos bueno porque pudimos hacer algunas cosas que deseamos, encontrar nuevos afectos y en síntesis, sentir que estamos viviendo.
Felicidades a usted y a su familia.
claudia, pecosita, sigue haciéndonos reflexionar
un abrazo
fueron solo dos?
o quienes comparten el secreto tambien
alguna vez puse aca, cuidese de sus amistades
manuel=emmanuel= dios está con nosotros...todo ello en la misma región, todos hermanos o primos!
será primo mío edward said???
jejeje salam shalom pazzzzzz