La cuaresma

Esta época tan católica, apostólica y caótica, por las amontonazones de gente, la suciedad que marca las calles después de las procesiones y el abuso que cometen los de la municipalidad de la Antigua, al menos, que es lo que me consta, al arrastrar vehículos con grúas gigantescas y con tan poco cuidado, es sin duda una de las temporadas que provoca salir corriendo de Guate, perderse en algún lugar desolado, sin marchas, sin incienso que nuble la vista, sin curtido y películas de la crucifixión.

Y no es que sea atea, ni protestante, aunque bueno, si protesto bastante, ni tampoco irrespetuosa de las tradiciones chapinas, es sólo que soy como muchos y muchas, en algunos momentos víctima del abuso que la fe descontrolada, el fanatismo, las poses y lo que la coyuntura impone.

Detesto no poder estacionarme en ningún lado de la tierra de Cardoza, porque es paso procesional, y quien sabe a que hora pasa el anda y los cucuruchos y por ende las grúas, odio no poder caminar sin intoxicarme por tanto olor a incienso y corozo. No soporto prender la tele y ver esas deprimentes películas bíblicas, Jacob, David, Jesús en versión gringa, mexicana y hasta en caricaturas, ver Ben Hur, Cleopatra y los Diez Mandamientos, ordenes que regulan la existencia y que en mi caso por no saberlos de memoria me llevaron a abandonar el habito de confesarme y aporrearme el pecho con la culpa empuñada.

Me revienta la verdad, ver a algunos conocidos vestidos de cucurucho con caras compungidas, cuando el resto del año se la pasan borrachos, jalando, fumando (no precisamente tabaco y que consté que esto último no lo digo por mojigata) y fregando al prójimo, al compañero de trabajo, al amigo y no digamos al pueblo, digo por aquello de algunos políticos o en camino a.

Quizá sea intolerante, pero en momentos como este, lo único que se me ocurre es huir, me pega más que la payasada de la contienda electoral que a veces me da asco, como el libro de Castellanos Moya, mucho más que las noticias de los lunes en la sección de nota roja, o que las barbaridades, por ser educada digo así, que dice y hace el presidente cada día.

Por eso, aunque el feriado de estos días viene bien y es ansiado, sueño con que pase pronto, para no ver más cucuruchos morados, oler más corozo, soportar tanto fariseo y poder de nuevo andar tranquila por las calles de la Antigua Guatemala.

Pispizigaña, 27 de febrero de 2007.

Comentarios

Anónimo dijo…
Ay! La cuaresma. Se me ha olvidado como es y que representa en los trajines de nuestras vidas.
Recien descubri tu blog y me encanta lo que escribes.

Un chapin lejano, Down Under.
Lunatrack dijo…
jajajaja alejate de mi hermano por tú salud mental entonces, yo creci de otro modo, para mi este caos es particularmente bello, cuestion de herencias

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