El Bolo, la Voz Acumulada


Publicar un libro, dicen por ahí, no hace a un escritor, y es cierto, hacer una carrera en el mundo de la literatura, marcar la historia con palabras impresas en papel, llegar al corazón de la poesía y la emoción de la narrativa, lograr que la mente viaje con la novela y además compartir lecturas y tiempo: eso, más que ser un escritor, es ser un maestro.

Y aunque no le gusta que le digan así, y aunque no necesita elogios, soy de la opinión que uno debe decir lo que piensa y lo que siente, y yo me siento más que complacida. Por primera vez en mucho tiempo puedo decir que veo una decisión acertada de un organismo del Estado y que el Premio Nacional de Literatura de este año, es de verdad un reconocimiento a años y años de trabajo, de esfuerzo y de sueños.

Un premio no cambia en nada la vida de la gente, mucho menos va a cambiar la de una persona como Marco Antonio Flores, que es quien es, y ha hecho lo que ha hecho siempre a contra corriente.

Odiado por muchos, querido por un montón, el trabajo de El Bolo es independiente de su personalidad que, a mí en lo personal, me genera mucha ternura, admiración y respeto. Nunca dejaré de agradecerle sus talleres en el Paraninfo y en la Biblioteca, su Oda a la Muerte, sus Compañeros y sus Batallas Perdidas, que en la realidad fueron ganadas, porque gracias a él tenemos una revista como La Ermita y toda esa colección de libros de poesía, porque gracias a él surgieron escritores como los Novísimos e inspiró Tayer y muchos otros esfuerzos literarios.

Gracias a él, a El Bolo, tengo una tesis universitaria, gracias a él perdí el miedo a mostrarme al mundo, gracias a él descubrí a otros maravillosos escritores. Salud por El Bolo, salud por Los Compañeros que además cumple 30 años. Y el que no quiera brindar, el que esté molesto y le pique, que se rasque.

La Hora, 30 de agosto de 2006

Comentarios

Duffboy dijo…
De mentores, humildad y talento... primero, Claudia, admiro tu entusiasmo, genuino y buena disposición respecto a un logro ajeno, es algo raro hoy en día. Segundo, para comprender lo que el Bolo significa para usted, pienso en mí, en lo que las voces de otros (como diría Benedetti) y el papel que ellos han jugado en mi desarrollo como autor: Ronald, Javier, Julio Serrano, el maestro Morales Santos, el difunto capitán, Maurice, y entiendo su proceso. Prefiero no platicar más acerca del Bolo, por respeto a ti, porque su obra narrativa es desconocida para mí, y no me atrae en particular. Muchas veces el emisor opaca el mensaje, y éste es un claro ejemplo, la arrogancia no es una buena herramienta de comunicación, ni el autoritarismo. En fin, la vida es corta o larga, y es mejor disfrutarla con los seres queridos, trascender la literatura y buscar algo más humano a veces. Un abrazo, con cariño, Luis.
klavaza dijo…
En un país como Guate, en donde el disenso, la descalificación y el ninguneo están incrustados en el corazón mismo de nuestra cultura, es refrescante, casi como una brisa marina en un puerto ardiente, encontrar quién se entusiasma así por el triunfo de otro y en especial, que sea una escritora de quilates como tu. Tu entusiasmo y tu capacidad para transmitirlo rejuvenecen mi capacidad para asombrarme y además, te debo reconocer que gracias a ti me acerqué también a la obra del del despreciado susobicho, que de despreciable no tiene nada. Como platicaba con Carolina, el Bolo es un ave rara en Guate, el país de los eufemismos, porque es de los muy pocos que dicen lo que piensan. Felicitaciones.
Anónimo dijo…
fanatica de mierda
Anónimo dijo…
Estimada Claudia
Cuénteme como esta el progreso de la ley de los niños?

Abrazo, me encantan sus columnas

Barbara
Anónimo dijo…
me gusta esa locura, que de ordinaria no tiene nada.
Anónimo dijo…
Jajajajajaja, al fin se le hizo! (a usted, digo yo) :D Pero me alegro yo tambíén por el blo. Muy bien escrita su columna, Chofa, me encanta, como siempre. Yo también me acuerdo de esos talleres, y aunque no he hecho nada más, por lo menos es un bonito recuerdo. Besos
Anónimo dijo…
Estimada Claudia:
la felicito por sus columnas en el diario La Hora y le cuento que estoy convirtiendo en su admirador literario. Como mujer e sun orgullo para Guatemala, ya qu epocas mujeres escriben en los diarios y le pido que invite a otras mujeres que hagan lo mismo. Algun dia la conocere en persona (Perdon por las tildes, razon que mi maquina es americana)
Ruberto Carlos (estudiante universitario de la Tricentenaria USAC)
Anónimo dijo…
Señorita Rangel, gracia spor su articulo de hoy.

Conoci al Bolo dando clases en Arquitectura USAC 1974 donde yo estudie una par de años antes de ser perseguido hasta el exilio. Lo he leido de entonces y en mi reciente viaje a Guate. (regrese a Boston la semana pasada) compre "otra vez" Los Compañeros, que seguroparare regalando conorgullo otra vez despues de releerlo. Enhorabuena por el Gran Bolo. Yo si me pongo de pie, brindo con ustedes y saludo al Bolo con el gran respeto literario y humanitario que se merece.
Adelante vos Maco, (Te recuerdo de Mexico tambien...) Titus

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