Ovíparo lenguaje
Al empezar a escribir esta columna, como me ocurre muchas veces, me preguntaba de antemano cómo titularla, Qué huevos, pensé, para hacer mayor énfasis en el tema que me ocupa y de pronto para atraer más lectores, esas cosas, ya se sabe, llaman la atención.
A puro huevo, fue otra de las ideas que me vino a la mente, pensando en la persistencia de algunos (unas), siendo específica, por lograr un objetivo.
Después pensé en nombrarla A huevos, por enfatizar, que no podía esperar otra cosa de la persona a la que pienso referirme, mujer, siendo más clara, diputada electa, política, dice ella, en fin Roxana Baldetti.
No la conozco, ni tengo nada en su contra, ni en contra de su partido, se que fue vocera del corrupto ex presidente Serrano Elías, que trabajó en la campaña del también corrupto ex presidente Alfonso Portillo y que ha sido diputada por la GANA cambiándose posteriormente a la bancada del Partido Patriota, y que en el tiempo que ha estado tras de una curul, según mis colegas periodistas, se ha caracterizado por su prepotencia y por uno que otro chisme que la vincula a comunicadoras con deseos de mejorar su apariencia física en un salón de belleza, del cual la congresista es propietaria, entre otras cosas.
Eso se sabe y se dice, y me da igual, lo que no me agrada, lo que me choca es la vulgaridad y el machismo, además, que lleva implícito el acto de mostrar un huevo, con el logo del partido, y decir que se necesitan de “estos”, para llevar al general a la presidencia. Es vergonzoso que una persona que osa y que ya ostenta un puesto en el Congreso, se comporte de esta manera y que se haga proselitismo a base de ideas trasnochadas, machistas y con tono altisonante.
La gente merece, merecemos respeto, aún y cuando en nuestro hablar cotidiano también expresemos huevazos. Queremos gobernantes serios, propuestas claras y educación, sobre todo eso, ya que es una de las cosas que ofrecen, pero que lamentablemente, casi nunca demuestran quienes dependen de nosotros para ganar las elecciones.
Y claro está, en ningún momento se me ocurrió titularla Que de a huevo, porque es lo menos me transmite la señora en cuestión.
A puro huevo, fue otra de las ideas que me vino a la mente, pensando en la persistencia de algunos (unas), siendo específica, por lograr un objetivo.
Después pensé en nombrarla A huevos, por enfatizar, que no podía esperar otra cosa de la persona a la que pienso referirme, mujer, siendo más clara, diputada electa, política, dice ella, en fin Roxana Baldetti.
No la conozco, ni tengo nada en su contra, ni en contra de su partido, se que fue vocera del corrupto ex presidente Serrano Elías, que trabajó en la campaña del también corrupto ex presidente Alfonso Portillo y que ha sido diputada por la GANA cambiándose posteriormente a la bancada del Partido Patriota, y que en el tiempo que ha estado tras de una curul, según mis colegas periodistas, se ha caracterizado por su prepotencia y por uno que otro chisme que la vincula a comunicadoras con deseos de mejorar su apariencia física en un salón de belleza, del cual la congresista es propietaria, entre otras cosas.
Eso se sabe y se dice, y me da igual, lo que no me agrada, lo que me choca es la vulgaridad y el machismo, además, que lleva implícito el acto de mostrar un huevo, con el logo del partido, y decir que se necesitan de “estos”, para llevar al general a la presidencia. Es vergonzoso que una persona que osa y que ya ostenta un puesto en el Congreso, se comporte de esta manera y que se haga proselitismo a base de ideas trasnochadas, machistas y con tono altisonante.
La gente merece, merecemos respeto, aún y cuando en nuestro hablar cotidiano también expresemos huevazos. Queremos gobernantes serios, propuestas claras y educación, sobre todo eso, ya que es una de las cosas que ofrecen, pero que lamentablemente, casi nunca demuestran quienes dependen de nosotros para ganar las elecciones.
Y claro está, en ningún momento se me ocurrió titularla Que de a huevo, porque es lo menos me transmite la señora en cuestión.
La Hora, 20 de septiembre de 2007.
Comentarios
Talvez por eso mismo su articulo me hizo pensar en el hembrismo que queda inscrito dentro de ese ambiguo machismo. Me explico: si un macho tiene huevos, no es tan macho. De ahi la desafortunada y vulgar metafora que la diputada hace, denotando que la que los ha de tener -en exceso- sera ella y por eso el alto nivel de progesterona que inhunda su cerebro para hacer algo mas inteligente.
Finalmente, creo que dentro de las palabras que se pueden derivar de ese simbolo de hembra llamado huevo y que por ignorante barbarismo pueda atribuirsele al genero masculino, falto el de "huevonear" que es lo que hacen los diputados, junto a la palabra "hueveo" que es intrinseco a los politicos y no politicos que hacen gobierno.
Saludos
Por otro lado, hasta hoy leí el correo que anda circulando contra la sra. Sandra Torres, verdadero pasquín, y lo relaciono con lo que Acisclo Valladares escribió ayer preguntando ¿dónde están las feministas? que no salimos a defender a esta dama (jajajaja).
Qué lástima (o como dirías tú Qué de a huevo) que sólo se acuerden de las feministas cuando se trata de algo como esto y no cuando se trata de discutir cuestiones fundamentales que nos atañen a todas. Lamento y por supuesto me parece deleznable que traten así a la sra. Torres a quien he visto sólo una vez, y de quien también he escuchado cuestiones nada buenas como empresaria. Pero al margen de eso, estas descalificaciones son manifestaciones de ese machismo que teme a las mujeres que muestran algún poder. Y contrario a las imágenes de "caballeros respetuosos" los dos candidatos están por el todo o nada, así que ..lo que nos espera en estas semanas previas a las votaciones!!
Un abrazo y felicitaciones de nuevo
bien, gracias por compartir... bune dia chofa.
Soplo al viento tu nombre y gracias
por ser tu.
simplemente david
tu articulo me llega siempre a traves de Olga V. Lo reenvio y recibo comentarios. El ultimo, mas bien fue pregunta, ¿donde publicas? ahora les contaré de tu blog.
Te admiro montones, gracias por tu valentía.
nos ganamos su colesterol en las urnas,
nimodo tendremos otro vulgar congreso por cuatro años más.
es molesto tener que referirse de cierta manera a una mujer. Pero en el caso de la señora mencionada, todo lo que se dice es verdad. Yo la tuve de cerca en una coyuntura muy desagradable - por cierto- y la defino con cuatro palabras: abusiva, prepotente, corrupta y oportunista. Por eso lo afirmo, porque sé asuntos de muy buena fuente. ¿Se da cuenta esa señora actuando institucionalmente a la hora de gobernar el mano dura? Lastima ver el esfuerzo de tantas mujeres con trabajo digno y permanente, para que al final resulte gobernando una como la que se menciona en el artículo.
Un abrazo,